Apocalipsis Zombie: Paciente Z. Un Viaje Inmersivo al Caos. Reseña sin spoilers.

Publicado el 1 de mayo de 2025, 22:10

Por: Miguel Angelino Toriz

El género de los Zombies no muere, hemos visto mucho en series y películas, pero de vez en cuando hay alguna sorpresa de la que vale la pena hablar y Apocalipsis Zombie: Paciente Z (MADS) es una de ellas. El director francés David Moreau entrega con esta película una propuesta visualmente audaz y emocionalmente demoledora, que transporta el genero de los muertos vivientes a una experiencia sensorial única que sacude al espectador de principio a fin.

A pesar de lo que indica el título, en esta película no vemos completamente un apocalipsis, sino que junto con el protagonista vivimos el origen de la pandemia que desatará más tarde el caos, empezando en Francia. La historia sigue a Romain (Milton Richie), un joven que acaba de cumplir años y se prepara para celebrar a lo grande con su novia y amigos. Con el ánimo de encender aún más la noche, decide pasar primero por la casa de su dealer y probar una nueva droga que promete llevar la fiesta a otro nivel. Sin embargo, lo que parecía una simple noche de excesos pronto se convierte en una pesadilla. 

En el camino en su automovil Romain se ve involucrado a ayudar a una joven que parece estar herida y con la que no puede comunicarse, y desde ese momento, la realidad de Romain empieza a desmoronarse. Al caer la noche, entre el shock y una sensación creciente de paranoia, comienza a preguntarse si los extraños síntomas que experimenta son consecuencia de la droga o de algo más peligroso y amenazante. 

Sin Cortes, Sin Respiro: Apocalipsis Zombie en una sola toma

Lo que eleva a Paciente Z por encima de otras cintas del género no es solo su historia o acción, sino la forma en la que está contada. La película fue filmada enteramente en un plano secuencia, una única toma sin cortes que sigue de cerca cada paso de Romain y sus acompañantes Anaïs (Lucille Guillaume) y Julia (Laurie Pavy). Esta técnica no es solo un alarde de virtuosismo técnico; se convierte en una herramienta narrativa que arrastra al espectador dentro del caos, sin posibilidad de escapar ni de tomar un respiro. A lo largo de 10 kilómetros de locaciones, la cámara nos lleva de un automóvil en plena fuga a una fiesta desbordada, de persecuciones a oscuras en edificios hasta un frenético escape en motocicleta mientras la ciudad se desmorona.

Según el propio Moreau, MADS es "una exploración de una pesadilla mientras estás despierto", y su intención con filmar en plano secuencia fue lograr que la experiencia se sintiera lo más auténtica y física posible. De esta manera se consigue un realismo muy interesante, para el público y para los actores, quienes se ven obligados a una mayor implicación en la historia al no haber posibilidad de parar el rodaje. La filmación estuvo sujeta a limitaciones técnicas y logísticas especificas para poder lograr esta hazaña. No es solo ver una película, es vivir el mal viaje junto a los personajes, experimentar su desesperación en tiempo real. 

La intensidad no solo viene de la cámara. El diseño sonoro juega un papel fundamental: los gruñidos, crujidos de articulaciones, sonidos ensordecedores y voces distorsionadas añaden un nivel de inquietud que pone la piel de gallina. Además los efectos visuales y especiales, que incluyen ojos resplandecientes, heridas grotescas y mutaciones espeluznantes, están cuidadosamente integrados para mantenernos dentro de la atmósfera sin romper la inmersión. Todo en conjunto con la travesía en plano secuencia hace que nos sintamos en la piel de los protagonistas, que ofrecen una actuación honesta y empática de lo que sería vivir el brote de una epidemia zombie. 

Y aunque por la trama y la técnica de filmación, esta cinta pueda sonar un poco como lo que hizo la saga de Rec en sus inicios, esta cinta presenta el apocalipsis zombie de una manera mucho más realista, aunque si guardando algunas similitudes o tal vez homenajes a esas películas. Pero cabe remarcar que en esta película el plano secuencia no se trata de un POV, aunque si nos hace sentir vivirlo en primera persona junto con el protagonista. Otra diferencia son los zombies, ya que los que se presentan aquí son un poco diferentes a los que estamos acostumbrados. La transformación del infectado tarda bastante, y comienzan a notarse varios síntomas que hacen que la persona entre en una paranoia mortal y aterradora. Una vez que parece que el infectado se ha transformado completamente en zombie este pierde su voluntad y raciocinio, pero todavía conserva algo de inteligencia, habilidad para hablar y una especie de actitud malvada y psicópata

¿Por que deberías ver Apocalipsis Zombie: Paciente Z en cines?

Esta no es una simple película de zombies, es una experiencia sensorial que vale la pena ver y que solo se puede experimentar al máximo si prestas toda tu atención, sobre todo en una sala de cine con sonido envolvente. Junto con los protagonistas se vive un descenso vertiginoso a la locura. Con un elenco joven que aporta frescura a este universo infectado, y una visión que desafía los límites del género, David Moreau entrega una cinta brutal, inmersiva y visualmente hipnótica que marca su regreso con fuerza al cine de horror. Estrenándose en México gracias a DarkSide Distribution, MADS llega este 30 de abril, y promete sumergirnos en un apocalipsis como nunca antes lo habíamos visto… ni sentido.

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