Por: Karim Talavera

¡Llegó la hora de encender los motores y ver el mundo a través de los ojos de un piloto de Fórmula 1!
F1: La Película se estrenó oficialmente en todos los cines esta semana para ofrecer una experiencia vibrante, inmersiva y cargada de adrenalina. Protagonizada por Brad Pitt, esta cinta te pone directamente en el asiento de un monoplaza y te lleva al corazón de la Fórmula 1, una de las disciplinas más intensas y emocionantes del deporte mundial.
La historia sigue a Sonny Hayes (Brad Pitt), un expiloto que, tras un trágico accidente, dejó atrás la F1 para competir en otras categorías. Treinta años después, recibe una llamada inesperada: su excompañero Rubén Cervantes (interpretado por Javier Bardem) le pide regresar a la máxima categoría para salvar a su equipo. Sonny acepta, lo que le da una última oportunidad para demostrar su talento, pero no será fácil al enfrentarse a los mejores 20 pilotos y 10 escuderías del mundo, y al joven prometedor Joshua Pearce (Damson Idris).
Un espectáculo visual a la altura del automovilismo
Uno de los mayores aciertos de la película es su capacidad para mostrar cómo se vive realmente un fin de semana de Fórmula 1. La cinematografía de la cinta logra transmitir con gran precisión la intensidad de estar al límite dentro de un monoplaza.
El director Joseph Kosinski, reconocido por su trabajo en Top Gun: Maverick, aplica su experiencia y técnicas visuales para plasmar de forma inmersiva la perspectiva de un piloto. Utilizando monoplazas adaptados de Fórmula 2, diseñados en colaboración con el equipo Mercedes AMG Petronas, se logran velocidades de hasta 290 km/h. Esto permite obtener tomas realistas y emocionantes de las carreras en distintos circuitos alrededor del mundo.

Como dato curioso, muchas de estas escenas fueron grabadas durante la temporada de F1 en 2023 y 2024, abarcando 14 Grandes Premios, e incluyendo elementos auténticos como el equipo de ingenieros, la zona de hospitality y, por supuesto, el monoplaza.
No obstante, lo que para algunos puede ser una virtud, para otros podría convertirse en un problema de la cinta: el realismo. Aunque la película cuenta con la producción del piloto Lewis Hamilton —el máximo ganador en la historia de la F1— y está repleta de guiños y detalles técnicos para los fanáticos del deporte, también realiza ciertas adaptaciones que se alejan de lo que realmente ocurriría en una temporada oficial. Estos cambios pueden generar una sensación de desconexión o vacío en quienes esperaban una representación completamente fiel, afectando la credibilidad del relato para el espectador más exigente.

Conclusión: adrenalina, nostalgia y una puerta abierta al gran circo
F1: La Película no solo es un homenaje al deporte motor, sino también una carta de amor a quienes sueñan con competir en lo más alto. Gracias a su espectacular apartado visual y narrativa accesible, atraerá tanto a nuevos espectadores como a fanáticos de toda la vida. Y aunque no sea perfecta, su respeto por el automovilismo y la pasión que transmite hacen que valga la pena verla en pantalla grande.
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